
El abogado Luis Romero ha anunciado que denunciará a los ocho agentes que participaron en la reducción del fallecido por un presunto delito de homicidio imprudente
Se ha incorporado a la causa un vídeo grabado por una trabajadora donde, según el abogado, se oye al empresario decir: «No me matéis»
La causa por la muerte del empresario de la construcción de Lora del Río, Juan Antonio Hans Checa, fallecido el pasado 23 de enero en un hotel de Estepona tras ser reducido y esposado por agentes de la Policía Nacional aún continúa en el Juzgado de Instrucción número 3 de la localidad malagueña. Han pasado 18 días y la familia aún no ha podido ver el cuerpo de Juan Antonio. La madre, el hermano y la viuda del empresario loreño han acompañado al abogado de la familia, Luis Romero, que ejercerá la acusación particular en esta causa, durante una rueda de prensa celebrada en el hotel Alfonso XIII. El letrado ha ampliado su denuncia por presunto homicidio imprudente contra los agentes que inmovilizaron al fallecido, insistiendo en que sea la Guardia Civil quien investigue el caso porque, según el sospecha que «hay aspectos que se están ocultando» para «tapar» lo sucedido. También anunció que imputará un presunto delito de omisión de socorro a los servicios del 112.
Según Luis Romero, este empresario constructor de Lora estaba sobre las 21:40 en el hotel Ona Valle Romano de Estepona, donde se alojaba por motivos de su actividad empresarial, cuando se personaron «hasta ocho agentes de la Policía Nacional al ser avisados por personal del hotel de que estaba alterado y nervioso, siendo cierto que a veces sufría alguna alucinación por posible brote psicótico». Antes, sobre las 18:00, la Policía ya había intervenido en el Bar Peña, donde fue requerida porque estaba sufriendo alucinaciones y estaba «alterado». Según señaló en los primeros momentos la Policía a la agencia EFE, los agentes acudieron primero al bar porque este hombre estaba «muy agitado y agresivo, consumiendo alcohol y podría estar bajo los efectos de las drogas», pues «le fue intervenido, entre sus pertenencias un envoltorio con una sustancia pulverulenta, al parecer cocaína».
En cualquier caso, cuando la ambulancia llegó al bar Peña, el empresario rechazó la asistencia sanitaria. «En este momento, quizá los policías deberían haber insistido sabiendo que estaba en medio de un brote psicótico. Solo lo acompañaron al hotel», se lamentó su viuda, Cristina Navarro, que es enfermera de profesión.
Una vez allí, y según narró el letrado, el empresario se metió en un cuarto acristalado «a hablar por teléfono con su hermano y fue aquí cuando ante la insistencia del personal del hotel en que saliera y no hacerlo, se volvió a llamar a la Policía». Mientras, su mujer, alertada por el brote anterior, llamó al 112 desde Lora del Río para que acudieran al hotel de Estepona a socorrer a su marido, según explicó la viuda. «Pero la Policía Nacional decidió actuar por su cuenta empleando una fuerza desproporcionada, sin avisar antes a personal facultativo especializado como psicólogos o un médico psiquiatra»; lamentó el abogado de la familia. «Menos de una hora después de que interviniesen, ya estuviese muerto en unas extrañas e inexplicables circunstancias que deben ser aclaradas», afirmó Romero.
Por su parte, Javier Hans, el hermano del fallecido, explicó que estaba hablando con él por teléfono cuando los agentes entraron en el cuarto y le redujeron. Luis Romero afirmó que Juan Antonio Hans «murió en manos de los policías» que utilizaron «una fuerza desproporcionada». En cualquier caso, «no sabelmos qué pasó porque según la policía estaba violento y lo tumban boca abajo engrilletándolo pies y manos». En un vídeo aportado a la causa hace unos días y realizado por una trabajadora del hotel, se oye que el fallecido dice, según el abogado de la familia: «No me matéis». Luis Romero, informa además que es uno de los agentes quien anula la salida del 112 que había pedido con anterioridad la mujer y reclama una ambulancia del 061, «con lo que se pierde un tiempo precioso», añadió la viuda.
El hombre entró «en parada» cardiorrespiratoria, ante lo cual los agentes «le colocaron en posición lateral de seguridad, y comenzaron a practicarle los primeros auxilios de reanimación cardiopulmonar y uso de desfibrilador», hasta la llegada de una ambulancia con unos facultativos sanitarios que se sumaron a la asistencia de esta persona, que finalmente falleció.
El letrado y los familiares del fallecido han formalizado ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Estepona la denuncia contra todos los policías que participaron en esta intervención por un presunto delito de homicidio imprudente, ya sea como posibles autores o como cómplices, en función de su papel. Esta denuncia inicial será ampliada con otro presunto delito de omisión del deber de socorro, por no recurrir a personal médico «especializado» para su atención.
El juzgado de instrucción ha trasladado la incorporación a la causa de unas imágenes grabadas por una empleada del hotel con su teléfono móvil, que muestran según han relatado todos ellos cómo «entre seis y siete policías» se sitúan «encima» del empresario para reducirle, «como si fuese un delincuente peligroso»; mientras él «jadea» y avisa de que se «asfixia».
Aunque el letrado explicó que aún no han podido acceder al informe del forense, indicó que las imágenes forenses muestran «sangre» en la cara, nariz y labios del empresario, planteando así la duda de si fue víctima de golpes por parte de los agentes.
La viuda, enfermera de profesión, se pregunta la razón de ese infarto que provocó la muerte de su esposo. Por otro lado, Javier Hans, hermano del fallecido, ha dicho de su lado que los agentes habrían actuado «saltándose los protocolos» y ha alertado de una «ocultación desde primera hora» de lo verdaderamente sucedido, pues la familia aún no habría podido ver el cadáver de Juan Antonio Hans Checa y sigue pendiente del informe preliminar de la autopsia; lo que induce a «sospechar» sobre «lo que quieren tapar».
El abogado ha informado además de que ya ha recurrido ante la Audiencia de Málaga la decisión del Juzgado de Instrucción número tres de Estepona de desestimar su petición de que las pesquisas policiales del caso sean acometidas por la Guardia Civil y no por la Policía Nacional, bajo la premisa de que en los hechos indagados participaron ocho de sus agentes y es necesaria una investigación «imparcial».