Inma Lopera Martos
Fuente: ABC de Sevilla
La falta de demanda en la fruta de La Vega del Guadalquivir ha retrasado hasta en tres semanas la recolección. La competencia desleal de terceros países, la bajada de los precios y la sequía preocupan a los agricultores
La campaña de los cítricos comenzó con buenas expectativas comerciales, pero dicha expectación empieza a ponerse en entredicho. La baja demanda de las naranjas cultivadas en la comarca de La Vega del Guadalquivir ha provocado un parón en el mercado, con retrasos de hasta tres semanas en la recolección respecto a lo que sería una campaña normal, por lo que todavía hay muchas naranjas navelinas, la variedad reina de la primera parte de la campaña, colgada en los árboles.
«La campaña ha sido muy lenta», señala el presidente de Asaja Sevilla, Ricardo Serra, quien se muestra esperanzado en que «a partir de ahora se active la demanda, pues la naranja es rica en vitamina C y debe convertirse en un aliado imprescindible ante la posible bajada de las defensas en el organismo por la llegada del frío».
La ralentización de la campaña responde a varias causas. Por un lado, Serra alude a que «hasta la semana pasada se estaba vendiendo naranjas de Sudáfrica en los lineales, una fruta que se recolectó hace dos meses y que se ha mantenido en cámaras, siendo de peor calidad y con dudoso cumplimiento de las exigentes normas sanitarias que impone la Unión Europea».
Fruta importada de Sudáfrica
Si bien es verdad que todas las cadenas venden naranjas de contraestación durante los meses de agosto, septiembre, e incluso principios de octubre, «a partir de noviembre no debería quedar fruta de fuera». Sin embargo, este año se había comprado mucha fruta para el verano y debido a los retrasos en el transporte marítimo por la crisis de contenedores, «la entrada de cítricos de origen sudafricano en Europa se ha demorado más que nunca, por lo que ha habido un mayor solapamiento».
Por otro lado, está el hecho de que «Sudáfrica está reorientando sus producciones de naranjas hacia el momento en el que en Europa hay más demanda, y plantando variedades más tardías para competir con las más tempranas europeas, fundamentalmente españolas y andaluzas», explica el presidente de la patronal agraria.
A eso se le suma que, debido a las altas temperaturas «ha habido un pequeño retraso en la recolección de la naranja de aquí». La combinación de todos estos factores ha sido «demoledora» y ha llevado a que «el inicio de la recolección de la fruta se retrase hasta primeros de noviembre, cuando lo habitual es que a mediados de octubre la naranja esté en condiciones óptimas y con demanda».
Asaja Sevilla confía en que las cadenas empiecen ya a primar el producto nacional, por lo que pide a los consumidores que se fijen, además de en el precio, en el origen de la fruta que compren y que exijan la frescura del producto local, pues «tenemos en la puerta de nuestras casas las mejores naranjas del mundo, las de la Vega del Guadalquivir», enfatiza el presidente de la organización agraria.
Mejor calidad
Ricardo Serra insiste en que el consumidor, al primar en la cesta de la compra un producto local, no sólo está llevándose una fruta de mucha mejor calidad respecto a otra que viene de miles de kilómetros y lleva meses conservada en cámaras, sino que también, «está ayudando al campo a defenderse de la presión que están ejerciendo estos países terceros».
Serra, que también es citricultor, confirma que «lo que llevamos años denunciando sobre el peligro de la competencia desleal con Sudáfrica y Egipto se está cumpliendo». En este sentido señala que ahora que se está renegociando el acuerdo de Sudáfrica con la Unión Europea «es necesario que se exija la aplicación del principio de reciprocidad, clave para que los cítricos importados cumplan con las mismas exigencias que se han establecido para los comunitarios, particularmente en lo referente a las exigencias en materia de productos fitosanitarios y de protección de la salud y del medio ambiente».
Igualmente, «existe una creciente inquietud por la posible importación de plagas de terceros países, y los agricultores estamos exigiendo a la Comisión Europea el tratamiento en frío para los cítricos sudafricanos, como medida protectora frente a la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta), una plaga que afecta a varios países productores, entre ellos Sudáfrica», explica Serra.
Precios y sequía
Los precios de los cítricos son inferiores a los del año pasado. «Estamos preocupados por los precios, porque vamos tarde, pero por bajar mucho el valor de la fruta no se van a consumir más naranjas, pero sí se va a acabar de arruinar al campo», critica el presidente de la patronal agraria, «más aún considerando que el gasto energético, de fitosanitarios y de abonos se ha disparado considerablemente», añade.
Las cotizaciones medias de la naranja, la mandarina y el limón han seguido en las primeras tres semanas de la campaña 2021-2022 una tendencia negativa media semanal del 11%, según datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía.
Por otro lado, los precios medios alcanzados en árbol por estos cítricos han sido un 16,5% inferiores a los registrados en las mismas semanas de la campaña anterior, donde los valores fueron especialmente altos debido a las circunstancias marcadas por el Covid-19; así como, un 9,8% inferiores a los registrados en el mismo periodo de las cinco campañas precedentes.
No obstante, los profesionales del sector esperan que las cotizaciones aumenten en las próximas semanas, como resultado de la disminución de la oferta de cítricos importados en el mercado y el aumento de la demanda tras la llegada del frío a Europa.
Por variedades, el precio de la naranja temprana también ha seguido una tendencia negativa, registrando un descenso medio semanal del 10%. El valor medio de este cítrico en lo que va de campaña (0,19 euros/kilo) es un 23,6% inferior al precio medio alcanzado en las mismas semanas de la campaña precedente (0,25 euros/kilo) y un 13,8% inferior al valor medio de los cinco años anteriores (0,22 euros/kilo).
Junto a la bajada de precios y la ralentización de la demanda, la sequía es también motivo de alarma. La escasez de lluvias ha reinado durante la campaña, especialmente en el Valle del Guadalquivir, donde recientemente se ha declarado una situación excepcional por sequía extraordinaria.
«El sector vive con angustia la falta de agua para los cítricos, una grave amenaza especialmente para la provincia líder nacional en producción de naranjas, como es Sevilla», concluye Serra.