Pasadas las tres de la tarde del viernes 22 de octubre comienza el repentino e inquietante repicar de las campanas de la Ermita de Santa Ana de Lora del Río; eso solo puede significar que se hace realidad de nuevo la tradición del ‘Viejo’, un evento multitudinario previo a la petición vecinal de la venida de la Virgen de Setefilla desde su Santuario a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Tradición cumplida.
El repicar de las campanas finalizará cuando los loreños vayan a buscar al hermano con más edad de la Hermandad de Nuestra Señora de Setefilla residente en Lora del Río, para subirlo a su ‘improvisado trono’ (portado a hombros), y tras un recorrido por las calles de la localidad, dirigirse a las casas del hermano mayor de la Hermandad –en esta ocasión, Antonio Jesús Jiménez- y del párroco de Nuestra Señora de la Asunción -en este caso, Antonio Guerra Milla- para pedirles permiso para poder traer a la Virgen de Setefilla a Lora del Río. En estos casos la tradición manda: una vez realizada la pedida por parte del pueblo de Lora del Río de la Imagen de Nuestra Señora de Setefilla, al día siguiente tiene lugar un Cabildo General Extraordinario, abierto a todos los loreños, para decidir el día de la Venida de la Virgen de Setefilla.